Charla

Excelentísimo Señor Canciller Taiana, Canciller de la Republica Argentina,
excelentísimo Señor Embajador de la Republica de  Chile,
excelentísimo Señor representante de la Dirección de Derechos Humanos de la Cancilleria Argentina,
autoridades presentes, reverendísimas autoridases eclesiásticas,
distinguidos señores y señoras,
estimado representante del Colectivo de Exiliados,
mis queridos amigos ex-exiliados, miembros de la diáspora latino-americana  en duros tiempos pasados:

En este solemne momento todo me parece un poco irracional.
Y, como teólogo, voy a refugiarme a un antiguo poema, que biem refleja nuestros sentimentos en tales momentos extraordinários; me refiro al Salmo 126

que habla del regreso de una multidud de destierrados a su tierra, y de una de estas irracionales situaciones en que tenemos la sensación de estar soñando:

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión
creíamos soñar,
Se nos llenaba la boca de risa
y los labios de alegria.
Las naciones decían de nosótros:
„Maravilla del Señor“.
El Señor hizo en nosotros maravillas;
rebosábamos de gozo.

En estas semanas hé recordado de manera muy intensa mis experiencias junto a este continente en las décadas de 60 y 70, y pensado en decenas de personas y sus currículos fuertemente marcados por las dictaduras que en esos años se habían instalado en esta región del globo.

Y hoy dia con  todas estas solemnidades que nos rodean, casi despierto de un sueño que me ha llevado al pasado, a mis experiencias de 30 años atráz. (Seguro no solo yo).

Me cabe en este momento, antes de todo, de agradecerles por la honrosa invitación y por la consideración dispensada a mi persona.

Para mi es una imensa honra haber sido considerado por las máximas autoridades de la Republica de Argentina y de la Republica de Chile  – ser considerado para recibir una preciosa condecoración argentina y chilena que, sobre todo, me señala de que aqui nestas tierras hospetaleras estoy en casa!

Es eso lo que siento y que me conmueve. Lo que se refiere a mi actuación, esta no resulta tan extraordinária, porque personas como el Dressel existen en toda parte.

Tenemos el ejemplo del diplomatico italiano Enrico Calamai que salvo la vida de decenas de argentinos en la dictadura.

Un amigo de Recife en la época fue salvado de las persecuciones de la dictadura por un Consul italiano en Recife cuya suerte se desconosce.

Y en el Consulado General de Brasil en Frankfurt un grande amigo, en la época Vice-Consul, salvó a una estudiante nordestina que Hélder Câmara personalmente habia puesto en mis brazos.  Estudiando sociologia en Marburg, un dia con el pasaporte expirado, ella buscaba ayuda en el Consulado, pero existia una lista de personas donde se encontraba el nombre de ella. La orden de la Cancilleria era: Está prohibido de prorrogar este pasaporte – situación fatal que normalmente significaria la expulsión de la persona del país y al mismo tiempo  entregarla a las autoridades brasileñas. Mi amigo recomendó a mi protegida  estudiar en Paris, donde uno de sus colegas – brizolista clandestino como el mismo – renovaba el pasaporte. Tomé conocimiento de las circunstancias solo 30 años despues, al visitar este amigo en Rio de Janeiro!

Pero, volviendo a esta solemne reunión, quiero afirmar que acepto el homenaje, en primer lugar,  en función de mi Iglesia:

La Iglesia Evangélica en Alemania através del Comité Directivo de la Obra Ecuménica de  Estudios dió  su total apoyo a los esfuerzos de ofrecer  amparo, principalmente en Alemania, pero también en Francia, Inglaterra y España, a los perseguidos latinoamericanos y otros. Nuestro criterio fundamental era salvar vidas através de becas, o por lo menos, salvar la integridad y la dignidad humana. La filosofía que orientaba la acción solidaria de la Obra Ecuménica se basaba en la solidaridad cristiana, que traspasaba todas las fronteras ideológicas, religiosas o de otro tipo. No dividimos los seres humanos en distintos grupos, mas o menos simpáticos. Queríamos ofrecer a los perseguidos nuestra amistad y amparo humano. Nuestro lema fue: Con Jesucristo no hay cortinas de hierro que separan a los pueblos, no hay discriminación.

Acepto este homenaje, antes de todo, para subrayar la necesidad de cultivar la memoria para enfrentamos las nuevas tareas que aquí tenemos:  En una retrospectiva que por ocasión de la fiesta de Navidad 2006 envié a mis amigos llamé la atención de que José y Maria con su niño también pasaran por el exílio, también eran refugiados en Egipto. Subrayé que desafortunadamente en este mundo siempre hay exiliados y siempre se necesita un Egipto … Es por estas razones que acepto esta oportunidad para hablar un rato sobre este fenómeno.

Aprovecho la ocasión de decir unas palabras en memoria de algunos amigos refugiados,  que acogimos en el el período de horror hace 30 años y que fallecieron en este período:

El ciudadano argentino Carlos Alberto Di Girolamo, que falleció en Madrid donde estudiaba;

la brasileña banida por tiempo de vida,  Maria Auxiliadora Barcelos Lara, que falleció en el metro en Berlin;

el brasileño, líder estudiantil de la UNE, Luis Travassos que después de volver a la amada patria murió en un acidente de transito durante el carnaval carióca;

y la chilena Ana Luisa Peñailillo Parra, becária nuestra en París, que, al volver clandestinamente a su país, murió destrozada junto con otros compañeros en la explosión de una bomba, según la agencia ORBE.

Se refugiaran y salvaran, pero ni así sobreviveran! Están en nuestro corazón.

Permitanme   ahora hacer una observación sobre mi pobre castellano, que de facto nunca he estudiado didacticamente: He aprendido una especie de portuñol con los refugiados chilenos y argentinos, con bolivianos, peruanos, ecuatorianos, colombianos, salvadoreños, mexicanos y otros que estudiaron la lengua alemana en nuestro campus. A veces les fue duro aprender esta lengua sofisticada. Yo siempre consolaba a mis estudiantes extranjeros: „No se preocupen, la lengua sirve para comunicarse correctamente o también de manera gramaticalmente errada. En definición es igual.  Lo que importa es que percibimos al otro.“ Hago lo mismo hoy día.Espero que todo mundo me pueda entender. (Me recuerdo de un amigo alemán, novato en el Brasil, que al agradecer al anfitrión  por una invitación y un suculento asado, decía así: „La churrasca é muito boa“ – todo mundo lo entendía y todos admiraban el progreso lingüístico de mi extrañado colega.)

Pero, debemos que volver a la realidad del año de 1977! Me recuerdo bien de la atmósfera en los países del Cono Sur:

En un viejo calendario de 1977 yo consulté mi agenda para recapitular mi viaje al subcontinente en marzo 1977. Llegué a Buenos Aires el  día 21, me alojé en el Hotel Claridge,  calle Florida.  Mi primera tarea fue orientar una chica, ex-detenida de Villa Devoto, sobre un inminente vuelo para Alemania con  VARIG. Después visité a mi colega Armin Ihle, secretario ejecutivo  de CAREF en la calle Venezuela.  Poco después de mi llegada a la oficina hubo una inspección por el fotógrafo de la policía para documentar los daños que resultaran de un allanamiento ocurrido el día 14 de marzo, es decir, una semana antes. La estación de policía estaba apenas a 100 metros distantes en la misma calle.

El próximo día, 22, cuando visité CAREF otra vez, para entrevistar unos refugiados chilenos, llegó al mismo tiempo un inspector de la policía con dos hombres armados, para verificar el caso de nuevo. Me recuerdo que P. Ihle pidió los policías: „Cuidado con sus fusiles, no me asusten mi gente!“

El día 23 viajé a Santiago. En el Hotel Carrera al lado de la Moneda fue acomodado. Salí para contactar la „Ayuda Cristiana Evangélica / Misión Iglesia Pentecostal“ y la Vicaría de Solidaridad. Charlé con moseñor Obispo Piñera e con la Asistente Social, Maria Cristina Fontealba. Al volver a mi pieza sorprendí  a 3 hombres que dijeron que controlaban la „calefacción“. Al otro día salí rumbo a Brasil.

En Rio de Janeiro hablé con Guy Noel Prim, representante del PNUD, rúa Flamengo. Y negociaba con VARIG, ya que por motivo de seguridad era mejor evitar Aerolineas y LAN-Chile. Pero, también en el Brasil reinaban la locura y la histeria.  Un día, en el aeroporto de Brasília, un funcionário queria controlar el objetivo de mi câmera. Cuando reclamé, el hombre  gritó en voz alta: „O Senhor Presidente da República ordenó!“ Preferí callarme.

Al recordarme del año de 1977 y de nuestros esfuerzos por salvar vidas debo subrayar el admirable espíritu de comprensión y amor cristiano y también de confianza con respecto a mi persona y a mi actuación en todos los casos que presenté al Comité  Directivo de la Obra Ecuménica. No actuamos arbitrariamente, fue la própria história mundi la que exigió una reacción adecuada. Se necesitaba pragmatismo, comparable al imediatismo del buen samaritano que era llamado para improvisar socorro porque sino nada haberia acontecido.

Quienes nos orientaban y ayudaban eran  – en Argentina – el  P. Armin Ihle, CAREF, y  los presidentes de la IERP, P. Reinich y P Lienenkämper.  En Chile principalmente la Asistente Social, Maria Cristina Fontealba, de la Vicaría de Solidaridad. En Brasil nos ayudaba Guy Prim con Da. Celina de Magalhães del PNUD como también el P. Richard Engelmann (pároco de la Comunidade Evangélica de Ipanema)

Quiero agradecer de corazón también a mis amigos de la Unijuí, que nos daban una mano en el contexto de nuestro Programa de Ayuda a los Refugiados.  En la época acogieron una familia chilena en el campus de la universidad, Victor Sarmiento Sabater, hijo de una família de militantes del clandestino PC. Incluso incendiaron la casa de ellos. Fue necesario salir de Chile con urgencia.

Pero, creo que no es necesario explicar aquí  las razones que llevaron a tantas personas al exílio. Existen testimonios indudables, como – en Chile – los informes de la Comisión Nacional Sobre Prisión, Política y Tortura; en Argentina: Nunca Mas, Informe de la Comisión Nacional Sobre la Desaparición de Personas; y Brasil: Nunca Mais, da Arquidiocese de São Paulo.

Permitanme agregar más una observación:

Con todo lo que la Iglesia Evangélica en la República Federal de Alemania en los años de 70 y 80 habia hecho en favor de refugiados latinoamericanos ella queda en la tradición espiritual y pastoral de la Iglesia Primitiva.

Durante el período de la persecución generalizada de los cristianos muchos de los cristianos presos eran condenados a hacer trabajos forzados en las minas. Sus comunidades elaboraran listas de nombres e intentaban de mantener relaciones con los deportados. Aristides cuenta que las comunidades intercedían comprometidamente  a favor de la liberación de los presos. El obispo Victor de Roma tenia una lista de todos los cristianos condenados a los trabajos forzados en las minas de Serdinia, y consiguió liberarlos debido a la intervención de Marcia, una cristiana, junto al Emperador Commodus. Cuando bandidos de Numidia habian secuestrados un grupo de cristianos, la comunidad de Cartago recojio en una colecta organizada para este objetivo un rescate de 100.000 Sestertios. Repetidamente se encuuentran en Gallia sepulturas con epitafios del siglo V donde se lee: „El pagó el rescate por los presos.“ Por cierto, hay indicaciones al asunto de „liberación de encarcelados“ también en los Hechos de los Apostoles.

Es bueno y es necesário que repetidamente nos  recordemos de esos tiempos, yá que el problema de los refugiados – sobre todo cuando miramos al continente africano – desafortunadamente se torna cada vez mas urgente. En ocasión de la ultima fiesta de Navidad envié a mis amigos un sermón del año 1982, referido al „dia da los niños inocentes“, en que la cristandad se recuerda de la „matanza de los  niños en Belém“, matanza de la cual – conforme la leyenda bíblica  – el niño Jesus escapó gracias a la fuga de la santa pareja al Egipto. Mi sermon fue proferido en 1982 cuando se observó la proliferación de una fobia irracional vis-a-vis de gente extranjera.

En este tiempo la situación aun empeoró. Asi los llamados „refugiados económicos“ de la Africa negra mueren en masa ahogados en las olas del atlántico o del Mar Mediterraneo al intentar inmigrar clandestinamente en el „Primer Mundo“ procurando condiciones de vida dignas y humanas, igual que los „boat people“ vietnameses del siglo pasado.

Hace una decada y media todos nosotros celebramos frente a la caída del muro de Berlin o de la cortina de hierro que separaba el ocidente del oriente. Hoy en dia edificamos en el „mundo ocidental“ – desde New Mexico hasta Céuta – nuevas cercas, fronteras legislativas y ideologicas! En el diário „Nürnberger Nachrichten“ del 16.02.07 puede lerse en letrass grandes: „UE-Tropa de Choque contra Refugiados“. „Con una tropa de choque mejorada y mas rapida los países de la Unión Européa quieren proteger sus fronteras externas de mejor manera … Las unidades bajo el nombre de Frontex deben, entre otras tareas,  inposibilitar la entrada de africanos que quieren atravesar el Mar Mediterraneo o que intentan llegar a las Islas Canárias.“

Es una verguenza el hecho de que desde 1993 murieran 8.000 refugiados al tratar de entrar en la „Fortaleza Europa“. Eso significa cada dos dias três muertos, victimas de la claustrofobia de la Unión Europea. (Nürnberger Nachrichten, 13.6.07).  El diario del dia 21.7.07 habla de por lo menos 50 inmigrantes africanos que trataban de alcanzar las Islas Canarias; en total 400 ahogados en el Mar Mediterrraneo y el Atlantico en los primeros 5 meses del año en curso.  Ya llaman el mar „el cementerio marítimo“.

O otro detalle: El diario del dia 27.6.07 habla de un turco que pidió asilo en Alemania hace 8 años, y quedó sin respuesta. Por eso el colocabase en frente de la Secretaria Nacional para Asuntos de Asilo en Nueremberg, declarandose en huelga de hambre sin limite. El resultado fue el inmediato rechazo de su solicitud. Que mundo es este?!

Tanto mas admiré la actitud de Brasil, donde actualmente viven cerca de 3.400 refugiados de 69 nacionalidades. Un 78% son africanos, la gran mayoria  Angolanos que entraron por causa de la guerra en la decada 80. En los últimos 2 años son muchos colombianos que buscan refúgio. Quedé feliz al saber que, de acuerdo con el Alto Comissariado das Nações Unidas para Refugiados (ACNUR), Rio de Janeiro es la ciudad brasilera con el mayor número de refugiados – cerca de 1.800 personas.

Mônica Caruso, del Comitê Nacional para os Refugiados, vinculado al Ministério da Justiça, recordó que el Gobierno Federal asumio el compromiso internacional de recibir refugiados, incluso porque también yá os geró, durante la dictadura militar: „É uma questão de solidariedade. Pessoas que eram perseguidas aqui e que foram buscar refúgio em outros países, e criar uma lei que outorga a efetiva proteção internacional, nada mais é do que o fortalecimento da democracia no País, para que em gerações futuras isso não venha a ocorrer novamente.“ (TI, 25/6/2007)

Me daba de pensar y me conmovió cuando la hija de un estudiante surafricano que el Obispo Desmund Tutu me había entregado al cuidado personal, me escribía al início del año: „Your message in your letter about sparing a thought for those in exile or in asylum in Germany is very important just as Jesús and Mary were safely housed in Egypt over seven years! Your work with many exiled communities is relevant to us in South Africa too because of the many immigrants from different African countries that hoped for a better and safer life here for their families, and who are being harassed right here by our people for ‘taking our jobs’ and so on. There are some horrific accounts of extreme victimization, even murders. The further north they come from the more victimized they are. The irony is that during apartheid many of these countries gave South African exiles safe haven. And now when they need us, we are intolerant. We all forget too quickly.“

Con esta reflexión de una joven mujer africana en favor de un espíritu abierto vis-a-vis a la miseria de los refugiados quiero cerrar mis consideraciones acerca del triste tema del „Exílio“.

Les agradezco por la atención dispensada y también por su imensa tolerancia con que aquantaran mi charla en un „español“ ciertamente no muy elegante.